Mis abuelos Pilar y Cipriano comenzaron a hacerse con una finca de pinos en el "Barranco de San Pedro" a comienzos del siglo XX.

 

Este barranco, atravesado por el arroyo de la Avellaneda, fue en el siglo XIII cazadero de Alfonso X el Sabio que lo cita en sus "Cantigas", y en él cazaron también el Infante Don Luis de Borbón y su pintor de cámara Goya.

 

Destaca sobre todo por albergar desde el siglo XVI una hermita, hoy convento franciscano de San Pedro de Alcantara declarado Monumento Nacional y que guarda los restos de este santo.

 

En estas pestañas veremos como se gestó esta finca que llegó a tener más de 300 hectáreas, como se dividió a la muerte de Cipriano, y como Pepita Bardají se hizo con unas 100 hectáreas de este pinar.

 

Y como la finca ha sufrido el azote del fuego, y las complicaciones de sus numerosas lindes.